El organismo dirigido por Ursula von der Leyen prepara actualmente reformas a las normas del mercado de la electricidad de la Unión Europea, con el objetivo de amortiguar las facturas de los consumidores ante las subidas de los precios de los combustibles fósiles.
Sin embargo, empresas como Iberdrola, RWE, Engie, Orsted, Fortum, Enel y Uniper instaron a Bruselas a centrarse en reformas que impulsen la inversión masiva en energías renovables, la generación con bajas emisiones de carbono y el ahorro energético.
Insistieron en que la reforma del mercado debía tratarse con cautela, “ya que conlleva el riesgo de crear una fragmentación del mercado interior de la energía», afirma la carta publicada este viernes por una de sus firmantes: la empresa sueca Vattenfall.
Desde su perspectiva, la CE podría incentivar más acuerdos de compra de electricidad y contratos por diferencia, tipos de contratos a largo plazo y precio fijo, para garantizar un flujo de ingresos para los proyectos de energías renovables y ofrecer precios más predecibles.
No obstante, no dejaron de proteger sus intereses y acotaron que estas medidas deben seguir siendo voluntarias y no imponerse a los productores. “Los mercados de electricidad a corto plazo podrían mejorarse, pero no deberían suprimirse”, añadieron.
La carta coincide con la posición de países como Alemania y Dinamarca que llamaron a no precipitarse al realizar grandes reformas del mercado eléctrico y centrarse en cambios limitados que pudieran incentivar las inversiones en energías verdes.
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