Durante ocho días, la embarcación presentada por la empresa francesa TotalEnergies, su socio italiano Eni y Qatar Energy recolectó imágenes del fondo marino, tomó muestras de agua y sedimentos, además de monitorear organismos en el área referida.
Según la Agencia Nacional de Noticias, el análisis de la información y los datos recabados a una profundidad de mil 700 y mil 800 metros constituyen el paso inicial camino a la búsqueda de gas y petróleo, de acuerdo con las leyes internacionales y locales.
En el puerto capitalino, los ministros interinos de Energía y Agua, Walid Fayyad; de Obras Públicas y Transporte, Ali Hamie y Medio Ambiente, Nasser Yassin, inspeccionaron el barco.
Fayyad calificó de positivo y muy constructivo este paso para transformar el Líbano en el mapa de producción de petróleo y gas en la región y en la cuenca mediterránea.
El titular enfatizó el compromiso junto con el consorcio internacional para implementar todas las acciones relacionadas con la perforación del pozo en el bloque nueve y en el campo potencial de Qana.
La investigación ambiental constituye uno de las primeras herramientas ejecutivas para el comienzo de los trabajos, seguida de la emisión de la licencia correspondiente a través de los Ministerios de Medio Ambiente y Energía y la llegada de la plataforma, explicó Fayyad.
El directivo subrayó que el campo de Qana es prometedor y llamó a ser realistas y esperar resultados positivos.
Por su parte, el titular de Obras Públicas y Transporte puntualizó que el estudio constituye la primera medida práctica en el camino del Líbano para beneficiarse de sus recursos naturales como una riqueza prometedora.
En noviembre del pasado año, TotalEnergies lanzó el inicio de las actividades de exploración en busca de gas en el Mediterráneo frente a la costa levantina, tras la materialización del acuerdo de demarcación entre Líbano e Israel.
Ambas naciones entregaron en octubre al mediador estadounidense, Amos Hochstein, y a la representante de las Naciones Unidas aquí, Joanna Wronecka, el documento de entendimiento relacionado con la disputa marítima, tras más de dos años de conversaciones indirectas.
La posición nacional libanesa destacó que el país no entró en ningún tipo de normalización con Tel Aviv y obtuvo sus derechos sobre el campo de Qana sin compartir riqueza, ni pagar indemnización a su contraparte.
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