El tema generó, junto a otras iniciativas de reformas a favor de las mayorías, manifestaciones de apoyo al gobierno y también en contra.
Mientras los más diversos sectores como pueblos indígenas, afrocolombianos, mujeres, jóvenes, personas LGTBIQ+, campesinos, políticos, profesionales del sector, entre otros, expresaron el pasado 14 de febrero su respaldo a la propuesta, la llamada oposición hizo lo contrario al otro día.
La normativa propuesta por el gobierno de Petro, pero conformada con las ideas y planteamientos de diversos expertos y las necesidades sentidas de la población, en esencia busca que la salud sea un derecho universal y no una mercancía.
Además, que priorice la atención primaria para evitar más muertes, crear espacios en cada pueblo, barrio y territorio del país donde todos tengan acceso a ese servicio.
Petro explicó ante miles de personas el pasado lunes que el Cambio hacia una Salud para la vida propone un modelo de funcionamiento en el que los Centros de Atención Primaria, y las redes integrales e integradas estarán conformados por entidades públicas, privadas y de orden mixto.
«Lo que no queremos es que la Salud misma se organice como un mercado en donde los seres humanos están conducidos a ser compradores y clientes”, subrayó.
Recalcó que el sistema de salud que surge de esta ley es un sistema planificado con fuerte presencia estatal y que permite la presencia privada.
El documento de la propuesta de ley, en un acto simbólico frente a la sede de la Presidencia, pasó de mano en mano de los representantes del pueblo colombiano hasta llegar al presidente.
El objetivo no es la utilidad ni la codicia, sino el derecho del ser humano a vivir, expresó Petro, que entregó la iniciativa a la ministra de Salud, Carolina Corcho, quien, a su vez la radicó ante el Congreso bicameral de Colombia.
Multitudinarias movilizaciones salieron el martes pasado, en todas las ciudades del país y en esta capital, para respaldar esta y otras iniciativas del gobierno.
El miércoles, los sectores de oposición, en menos cuantía, se manifestaron en contra con actitud violenta en varios lugares como en Bogotá y en Medellín.
Manifestantes emitieron amenazas, agredieron a periodistas con empujones y hasta golpes y, entre otras acciones criticadas, atacaron una réplica de la paloma de paz que llevó a la manifestación el precandidato a la alcaldía de Medellín Juan Carlos Upegui.
«Muy simbólica nuestra oposición. ¿Qué daño les hace el arte y la paz?», expresó Petro al tiempo que ordenó investigar las agresiones contra una joven periodista.
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