La cifra representa casi el doble de lo pedido hace una semana, cuando el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, requirió 43 millones de dólares para dar respuesta a la devastadora situación provocada por los sismos en esas dos naciones.
La ayuda de la OMS a las zonas afectadas incluye, además, envío de medicamentos, equipos de emergencia para las víctimas, despliegue de expertos para detectar posibles focos de enfermedades infecciosas y respiratorias, y servicios de atención mental y psicosocial para los supervivientes.
Tedros subrayó esta semana que muchos de los supervivientes de los terremotos, especialmente en Siria, carecen de los adecuados alojamiento y acceso a cuidados médicos, alimentos y agua potable.
El director regional para Europa de la OMS, Hans Kluge, declaró este miércoles que los devastadores terremotos que azotaron la parte central de Türkiye y el noroeste de Siria son el peor desastre natural en esos países en un siglo.
También destacó que se trabaja en el mayor despliegue de equipos médicos de emergencia en los 75 años de historia del organismo en la región europea.
El objetivo es prestar apoyo a los centros médicos dañados, centrándose en el elevado número de pacientes heridos, al tiempo que las instalaciones de agua y saneamiento se ven gravemente dañadas, lo que aumenta la preocupación por los problemas de salud, incluida la propagación de enfermedades infecciosas.
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