En medio de una escalada de violencia del nuevo Gobierno ultraderechista de Tel Aviv, la Liga Árabe celebró en El Cairo una conferencia para debatir la situación en la urbe, cuya zona oriental se encuentra ocupada desde 1967.
Pese a las numerosas resoluciones del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Israel rechaza retirarse de esa área, reclamada por los palestinos como la capital de su futuro Estado.
Como parte de la estrategia para cambiar la demografía de Al Quds (como la llaman los árabes), las autoridades de ocupación desarrollan desde hace años un plan para rodear la zona este de la metrópoli con colonias judías que impidan su conexión con el resto de Cisjordania.
A ello se suman la demolición de viviendas y los ataques de las fuerzas de seguridad y los colonos, con el objetivo de reducir allí la población palestina.
A la conferencia asistieron representantes de alto nivel de los países árabes, de la ONU, la Organización de Cooperación Islámica, la Unión Africana y el Consejo de Cooperación del Golfo, además de líderes religiosos, legisladores, ONG y expertos en derecho internacional.
El evento sirvió para debatir formas de apoyo a los ciudadanos árabes en la urbe mediante inversiones en sectores como la vivienda, la cultura, la salud y la educación.
“Nos reservamos la prerrogativa de acudir a tribunales e instituciones internacionales para proteger los legítimos derechos de nuestros compatriotas”, advirtió durante el encuentro el presidente palestino, Mahmoud Abbas. Mientras, el ministro palestino de Asuntos de Jerusalén, Fadi Al Hadmi, denunció que los derechos de los jerosolimitanos son violados a diario. En especial, criticó los sistemáticos asaltos de colonos y policías israelíes a la mezquita de Al Aqsa, sitio sagrado para los musulmanes.
Por su parte, el mandatario egipcio, Abdel Fattah El Sisi, condenó las acciones israelíes para cambiar el statu quo histórico y legal de Jerusalén, al tiempo que reiteró el respaldo de su país a los derechos del pueblo palestino. “Egipto repite su advertencia sobre las graves consecuencias que pueden resultar de una violación o un intento de evitar o imponer un hecho consumado”, alertó el gobernante.
La declaración final de la reunión ratificó que la causa palestina “es y seguirá siendo el tema central para la nación árabe”. No se logrará la paz ni la seguridad en Oriente Medio a menos que el pueblo palestino obtenga sus derechos legítimos e inalienables, incluidos el retorno de los refugiados y la independencia, subrayó el texto.
Asimismo, llamó a la comunidad internacional a adoptar agendas prácticas contra la agresión israelí, al tiempo que denunció las políticas “coloniales, el régimen de apartheid y las medidas discriminatorias” de ese país.
(Tomado de Orbe)