De acuerdo con Guillermo Salazar , coordinador por el Ejecutivo para estas pláticas interrumpidas desde el pasado año, el organismo multilateral participaría mediante el mecanismo de apoyo de soporte técnico, en tanto el facilitador de la nueva etapa fuese la Escuela Interamericana de Diálogo Social y Resolución de Conflictos, de la Universidad de Panamá.
Para hacer realidad su colaboración, indicó, la ONU propuso al Gobierno enviar una misión exploratoria para conocer un poco más de los participantes y de los mecanismos.
La selección de un acompañamiento de “soporte técnico” sienta sus bases en que siendo un organismo internacional con distintas instancias, la ONU prefiere aportar experiencias en situaciones similares (de diálogo) que ya han presentado en otros países.
Para estos fines, según explicó Salazar a medios locales de prensa, el Ejecutivo se ha reunido con la representación de la ONU en el istmo y con el Arzobispo de Panamá, ,monseñor José Domingo Ulloa.
Por su parte, el coordinador de la alianza Pueblo Unido por la Vida, Eduardo Gil, manifestó que no han recibido ninguna notificación oficial de estas gestiones.
Gil confesó que altos mandos de la ONU reiteraron en conversaciones informales que están en disposición de apoyar porque saben que como expertos si no participan, es probable que las protestas regresen igual como las de junio de 2022, al tiempo que denunció un boicot a esas conversaciones por parte del empresariado privado.
La convocatoria a la segunda fase de la mesa única de dialogo permanece sin definiciones, situación que se agrava a partir del silencio que guarda la Iglesia católica ante presiones de grupos de poder económico con el respaldo del Gobierno, según los colectivos populares.
En junio pasado miles de personas salieron a las calles para protestar por el alto costo de vida, el desempleo, despidos masivos, falta de medicamentos y la corrupción, entre otros males.
Las manifestaciones obligaron al Ejecutivo a establecer negociaciones con los movimientos populares y centrales obreras, que duró dos meses, logró acuerdos parciales, pero sin cumplir algunos y otros pendientes.
Para las organizaciones sociales, entre las deudas sobresale la rebaja de la tarifa eléctrica, la lucha contra la corrupción y la crisis que atraviesa la Caja del Seguro Social (CSS).
Los colectivos exigen también que la nueva etapa de conversaciones, al igual que la primera, sea trasmitida en vivo por el Sistema Estatal de la Radio y la Televisión “para que el pueblo se entere de lo que prometen y no cumplen”, remarcaron.
El pasado 31 de octubre la falta de definición sobre un mediador puso un nuevo matiz a la propuesta de la Iglesia católica de posponer la segunda fase del diálogo por Panamá.
Esta nueva fase deberá profundizar en ejes temáticos como seguridad y soberanía alimentaria; derechos humanos, ambiente y pueblos originarios; vivienda y hábitat (infraestructura pública); educación, juventud y desarrollo social; salud y seguridad social; así como transporte y logística.
mem/ga