Tras registrar gallinas y patos muertos en Santa Fe, Jujuy, Salta, Córdoba y Entre Ríos, dicho organismo dispuso el despliegue de sus especialistas, la realización de estudios y rastrillajes, y la emisión de alertas a la población.
Además, orientó el incremento de las medidas de prevención en esos territorios y en la frontera con Uruguay.
Por otra parte, instó al sector productivo a reforzar las medidas de higiene y bioseguridad en granjas y a notificar de inmediato la identificación de signos de alerta en las aves.
Asimismo, recordó la importancia de no manipular animales muertos o con problemas digestivos o respiratorios.
Según la Organización Mundial de la Salud, la influenza aviar es una enfermedad infecciosa que afecta principalmente a las aves y es causada por un virus de la familia orthomyxoviridae.
En dependencia del subtipo, puede provocar síntomas leves o graves y producir altas tasas de mortalidad.
En el caso de algunas cepas, los seres humanos pueden contagiarse si establecen contacto directo o indirecto con animales enfermos o con ambientes y superficies contaminadas por heces.
Los daños en las personas pueden ir desde una infección leve de las vías respiratorias superiores (fiebre y tos) hasta neumonía grave, síndrome de dificultad respiratoria aguda, shock e incluso la muerte. mgt/gas