Ganaderos y firogrificos aquí están atentos a las informaciones del Ministerio de Agricultura y Ganadería brasileño, que dio cuenta de un caso sospechoso de Encefalopatía Espongiforme Bovina (EEB), en el estado de Pará.
Las autoridades sanitarias brasileñas aguardan por el segundo análisis, de confirmación, que determinará los pasos a seguir.
Expertos aquí no minimizan el riesgo para Uruguay, aunque el caso bajo sospecha ocurrió al norte del territorio brasileño y bien lejos de aquí.
Tanto en 2019 como en 2021, Brasil presentó casos atípicos de “vaca loca” sin que ello representara un riesgo para su vecino uruguayo.
Además, Uruguay dispone de controles que le valieron la certificación como país libre de EEB en 2006 por la Organización Mundial de Epizootias.
Desde el punto de vista comercial, de confirmarse la enfermedad podría impactar en las compras uruguayas de carne vacuna a Brasil, que el año pasado sumaron unos 80 millones de dólares.
Eventualmente, Uruguay podría beneficiarse con la exportación de mayores volúmenes de carne a China, aunque no hay que olvidar que buena parte de los firogrificos aquí son de capital brasileño.
Mayor preocupación causa por estos días la emergencia sanitaria decretada por gripe aviar, hasta ahora limitada en aves silvestres, y cuya extensión podría afectar la industria avícola nacional.
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