En la noche de este martes, en un acto de homenaje por el 89 aniversario del asesinato del reconocido luchador, los participantes recordaron su legado por las luchas libertarias del pueblo nicaragüense y su ejemplo para los pueblos de Latinoamérica.
Con la colocación de una ofrenda floral en honor a su memoria, y con la proyección del video Nicaragua, el País que más construye hospitales públicos comenzó la conmemoración “del tránsito a la inmortalidad del Héroe Nacional” de la nación centroamericana.
El representante de la Fundación Centro Bolivariano de promoción Humana, Mariano Porras, resaltó los valores de Sandino, un antimperialista y un luchador por la soberanía de su país.
En tanto, Boris Cabrera, del Movimiento Colombiano de Solidaridad con los Pueblos de la Alianza Bolivariana de los Pueblos de Nuestra América (ALBA) destacó cómo el líder de la resistencia nicaragüense se enfrentó al ejército de ocupación estadounidense en Nicaragua.
También valoró los logros de la Revolución Sandinista, en particular el apoyo del gobierno de Daniel Ortega a la salud.
Jorge Cáceres, del Movimiento Colombiano de Solidaridad con Cuba, hizo énfasis en la coyuntura geopolítica donde los vientos progresistas soplan en el continente y la hermandad regional se impone.
Finalmente, la embajadora de Nicaragua en Colombia, Milagros Urbina, enfatizó que Sandino vive en cada hospital construido par el pueblo nicaragüense, en cada escuela, en cada niño con derechos a estudiar.
La diplomática aseguró que la Revolución que vive Nicaragua hoy la inició Sandino y la continúa el pueblo.
Con la proyección de la película documental Sandino, dirigida por el chileno Miguel Littín, un drama histórico que narra la vida del líder de la revolución de Nicaragua concluyó el homenaje.
Sandino (1893-1934) luchó tenazmente contra la ocupación y la intervención norteamericana hasta obligar a los Estados Unidos a retirar sus tropas de la nación centroamericana.
Tras su asesinato a manos del entonces jefe de la Guardia Nacional, Anastasio Somoza, Sandino se convirtió en el referente ideológico del Frente Sandinista de Liberación Nacional y de la revolución promovida por este movimiento que, años más tarde, acabaría con la dictadura somocista.
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