No podemos permitir que la integridad de nuestras democracias sea afectada por las decisiones de algunos pocos actores que controlan esas plataformas, advirtió el mandatario al instalarse en esta capital el foro que reúne a cuatro mil delegados de gobiernos, organismos reguladores, empresas digitales, círculos académicos y la sociedad civil.
Lula ilustró la naturaleza de la amenaza con lo sucedido el mes pasado en Brasil, donde seguidores del expresidente Jair Bolsonaro desataron la violencia en Brasilia contra poderes del Estado.
Lo ocurrido ese día fue la culminación de una campaña iniciada mucho antes, que utilizó la mentira y la desinformación como municiones para atacar a la democracia y las instituciones, al igual que en otras partes del planeta, una situación que debemos detener, subrayó.
De acuerdo con el líder brasileño, otro ejemplo del desafío fue la pandemia de la Covid-19, durante la cual causó mucho daño la difusión errónea de contenidos, provocando miles de muertos.
Asimismo, denunció las consecuencias negativas del discurso de odio en las redes sociales, al que atribuyó víctimas diarias.
En el mensaje, Lula reconoció que la regulación en Internet debe caracterizarse por el equilibrio, en aras de garantizar el ejercicio de la libertad de expresión individual, un derecho humano fundamental.
Sin embargo, es también importante garantizar el derecho colectivo a acceder a una información confiable, alejada de la mentira y la desinformación, insistió.
La Conferencia Mundial de la Unesco “Por un Internet confiable” busca establecer las bases para regular las plataformas digitales, dando continuidad a la consulta activada en septiembre pasado por el ente multilateral sobre la lucha contra la desinformación y la incitación al odio en la red de redes y a favor de la protección de los derechos humanos.
Se espera que para mediados de año sean divulgadas directrices en esa línea, ante “uno de los retos más complejos y decisivos de nuestro tiempo”, como lo definiera la directora general de la Unesco, Audrey Azoulay.
En las palabras inaugurales del foro de dos días, Azoulay llamó a ofrecer una respuesta a la altura del desafío, para hacer frente a un modelo que privilegia las emociones y el miedo, en lugar de la reflexión.
mem/wmr