El texto oficial estableció la obligatoriedad de que canes y felinos callejeros sean esterilizados, para lo cual el poder ejecutivo creó el Programa Nacional de Control Reproductivo.
La causa, según el argumento oficial, resulta en la superpoblación de estos animales, un fenómeno que hoy considera fuera de control.
El programa estará en el ámbito del Instituto Nacional de Bienestar Animal (INBA) del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca.
Para ello se coordinarán manejos con gobiernos departamentales, municipales e instituciones de los sectores público y privado que se consideren concernidos.
El INBA podrá rescatar o capturar perros y gatos que estén en la vía pública para esterilizarlos, identificarlos y registrarlos, siempre «mediante procedimientos éticos que contemplen el bienestar animal», dice el texto oficial
Los animales que no sean reclamados podrán darse en adopción o permanecer en albergues.
A partir de ahora, a la identificación mediante microchip y a la inscripción en el Registro Nacional de Animales de Compañía se le suma la esterilización, como procedimiento obligatorio, salvo solicitudes de criadores y aquellos ejemplares en riesgo de salud.
En el decreto se recuerda que “el país se encuentra en una situación crítica” en materia de cantidad de perros y gatos sin domesticar
Señala que la Organización Mundial de la Salud sugiere una relación de un animal de compañía cada 10 habitantes, una cantidad que aquí las autoridades concernidas consideran superior.
Ello implica prejuicios para el bienestar de los concernidos e incluso riesgos sanitarios y económicos, con diversos impactos.
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