Por Ernesto Hernández Lacher
Periodista de la Redacción de Europa
Niños y mujeres embarazadas rescatadas de las ruinas tras cientos de horas sepultadas y en condiciones climáticas extremas, héroes anónimos que arriesgan sus vidas cuando aún las réplicas sacuden y hacen estragos (…), son pinceladas de un suceso que aún es noticia.
Esta semana los sobrevivientes sufrieron otros dos sismos en la provincia de Hatay, la más afectada por movimientos telúricos precedentes.
Uno tuvo su epicentro en Defne, con una magnitud de 6,4 grados en la escala de 10 de Richter, y varias réplicas. El segundo, de 5.0, a una profundidad de 9,76 kilómetros, similar a los anteriores.
Como consecuencia aumentó el número de heridos y víctimas mortales que superan las 43 mil, según la agencia turca de manejo de desastres AFAD.
Días atrás el gobierno dio por concluidas las labores de rescate y salvamento entre la desesperanza, el dolor, la tristeza, pero también el amor, la solidaridad y la ayuda presente en el país euroasiático.
Existe un daño gigantesco en viviendas e infraestructura, pero las noticias de niños salvados, héroes anónimos y acciones de respaldo internacional dan un toque de amor a un hecho que marcará para siempre la vida de esa nación.
Historias como las del médico cubano Abel Aguilar salen a la luz en medio del dolor en un país que también habla de reconstrucción.
El galeno recorre las calles nevadas y en ruinas junto a un enfermero y un sicólogo en busca de heridos, ante la mirada triste de quienes perdieron todo.
En su portal de Facebook, Abel recibe muestras de admiración y cariño hacia su país que acudió, entre los primeros, a la solicitud de ayuda emitida por el gobierno de Ankara.
A su momento, el doctor Tahsin Cinar, anestesiólogo y representante de la Asociación Médica Turca, afirmó que los sobrevivientes necesitan ayuda para su salud mental.
Se sienten muy solos, abandonados y muy angustiados. Un pequeño temblor produce una gran reacción de angustia, recalcó Cinar, quien percibió señales crecientes de trauma psicológico, depresión y estrés por la falta de vivienda segura, clima invernal y pausa en la educación.
LICITACIONES PARA LA RECONSTRUCCIÓN
Los siniestros destruyeron parcial o totalmente 84 mil edificios, según se indicó en rueda de prensa en la ciudad de Adana y esas urbes fueron declaradas zona de desastre y puestas bajo el estado de emergencia.
Se estima que cerca de 14 millones de habitantes están afectados por los terremotos y sus réplicas.
El Gobierno del presidente Recep Tayyip Erdogan anunció que en marzo se iniciará la reconstrucción mediante licitación simultánea en 11 provincias, luego de estudios geofísicos para levantar edificaciones en lugares más seguros.
El ministro de Urbanismo Murat Kurumo llamó a no entrar en los edificios dañados para recuperar enseres o pertenencias personales, mientras las autoridades locales no certifiquen que pueda hacerse sin peligro.
De igual manera, la Comisión Europea se refirió a un compromiso a largo plazo para ayudar a la reconstrucción del país.
Estamos listos para hacer todo lo posible para ayudar a la restauración de casas, hospitales, guarderías y escuelas, de tal forma que la vida normal puede regresar a estas regiones, aseguró a la prensa en Ankrael comisario de Ampliación y Vecindad, Oliver Varhelyi.
La situación que atraviesa Türkiye requiere de una acción global, afirmó Varhelyi, en referencia a la conferencia de donantes que organiza la UE en marzo en busca de movilizar fondos en la comunidad internacional para ayudar a paliar las consecuencias de la catástrofe.
ARRESTOS POR VIOLACIONES CONSTRUCTIVAS
En medio de labores de recuperación y cuando muchos países destinan esfuerzos y financiamiento para la restauración, salieron a la luz las centenares de órdenes de arresto emitidas por el Gobierno contra constructores, promotores, arquitectos y financieros por violaciones en el cumplimiento de la legislación antisísmica.
Según investigaciones, más de 10 millones de casas carecían de licencias urbanísticas por lo que el Ejecutivo ordenó las detenciones, algunas de ellas practicadas en los aeropuertos, cuando los acusados intentaban huir del país.
Las aprensiones son los primeros pasos del Estado para depurar responsabilidades en medio de fuertes críticas por la baja calidad de las viviendas, corrupción y escasos controles, mientras se anunció la creación de una unidad especializada para investigar lo sucedido.
El dolor persiste, las esperanzas de encontrar más sobrevivientes se agotan, pero en el atormentado recuerdo habrá un espacio para quienes superaron el sufrimiento, entregaron amor y ayudaron en restañar al país.
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