La gente se concentró de forma más esparcida que lo deseado por sus organizadores y fueron llenando la plaza lentamente, una gran parte de ellos vistiendo prendas rosadas con la consigna ya tradicional de El INE no se toca.
En apariencia la concentración fue contra la reforma electoral que ya no existe, y un Plan B que la sustituye solamente en aquellas leyes que se pueden modificar y que son pocas.
El INE tiene dentro de poco elecciones para renovar a cuatro consejeros, incluidos el presidente y vicepresidente, quienes recibirán solamente por su salida del cargo una compensación de 16,5 millones de pesos, es decir más de 800 mil dólares.
Los primeros en llegar a la plaza se encontraron una gran manta con el logotipo del Partido Acción Nacional y un letrero parodiando a su consigna del INE: “Genaro Luna no se toca”, el exsecretario de seguridad del gobierno panista de Felipe Calderón, hallado culpable de narcotráfico en un tribunal de Nueva York, Estados Unidos.
Indudablemente el caso García Luna es uno de los golpe más duros que ha recibido el PAN, partido surgido en 1939 para oponerse y eliminar la ley de nacionalización del petróleo proclamada por el expresidente del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Lázaro Cárdenas.
Y llama la atención que ocho décadas después, el PRI se coaligue con el PAN con fines contrarios a los de Cárdenas y entregar nuevamente el petróleo a empresas extranjeras y el capital privado nacional, que fue el sentido de oponerse a la reforma energética, según denunciara López Obrador.
El mandatario admite que la oposición tiene fuerza electoral porque cuenta con la oligarquía nacional y los sectores más ricos de México, e incluso los ha calculado en 30 millones de personas, menos de la mitad de los más de 70 millones que, según sus encuestas, apoyan a su gobierno.
Hoy ya hay como siempre contradicciones en las cifras de asistentes al mitin, aunque es muy evidente que fueron absolutamente menos que la marcha anterior la cual fue masiva, aun así nada comparable con la que posteriormente organizó Morena convocada por el propio presidente.
El año que viene son las elecciones presidenciales en julio, y lo que se está haciendo, pero sobre todo a partir de ahora, es en función de los comicios generales, unos -la mayoría- por preservar los logros de la cuarta transformación o programa sociopolítico de Morena, y los opositores por eliminarla y restituir el régimen neoliberal anterior.
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