En declaraciones publicadas este lunes por el diario Il Post, el portavoz indicó que durante la madrugada se intensificó la búsqueda de posibles sobrevivientes, que hasta ahora suman unos 80, de los cuales 22 fueron ingresados en el hospital de la provincia de Crotone, en la septentrional región de Calabria
De acuerdo con un reporte de la organización humanitaria Médicos sin Fronteras, la frágil embarcación de apenas 20 metros de eslora partió hace cuatro días de las costas de Izmir, en Turquía, con 177 migrantes a bordo, en su mayoría de Pakistán, Sri Lanka y Afganistán, por lo que se calcula en unas 30 las personas aún perdidas.
Los sobrevivientes, mayormente afganos, permanecieron durante varias horas en las playas de Steccato di Cutro, en cuyas costas ocurrió la tragedia, pero ya fueron trasladados hacia el Centro de Acogida para Solicitantes de Asilo (CARA), ubicado en Isola Capo Rizzuto, también en Crotone.
El ministro del Interior, Matteo Piantedosi, se trasladó la tarde de ayer hacia esa provincia calabresa, para coordinar las acciones en torno a este hecho.
Piantedose declaró a la prensa, tras concluir una reunión con las autoridades locales, que fue “una gran tragedia que demuestra cómo es absolutamente necesario combatir con firmeza las cadenas de la inmigración irregular”.
En un comunicado divulgado en el sitio oficial de la Presidencia del Consejo de Ministros, la jefa de Gobierno italiana, Giorgia Meloni, expresó su “profundo pesar por las numerosas vidas humanas truncadas por los traficantes de personas”
La primera ministra apuntó que “es inhumano cambiar la vida de hombres, mujeres y niños por el precio del boleto pagado por ellos bajo la falsa perspectiva de un viaje seguro” y enfatizó, a partir de este caso, en el objetivo de aplicar nuevas medidas para impedir las salidas.
Por su parte, el presidente de la República, Sergio Mattarella, expresó en una nota oficial su dolor por el naufragio, “una tragedia más del Mediterráneo que no puede dejar indiferente a nadie”, y pidió un fuerte compromiso de la comunidad internacional para eliminar las causas profundas de los flujos de migrantes”.
Entre esas mencionó a “las guerras, persecuciones, terrorismo, pobreza y los territorios inhóspitos por el cambio climático”.
El jefe de Estado se dirigió a la Unión Europea, para que “asuma finalmente la responsabilidad concreta de gobernar el fenómeno migratorio para alejarlo de los traficantes de seres humanos, involucrándose directamente en las políticas migratorias”.
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