“Hemos estado trabajando en la reconstrucción de nuestra economía, un dato importantísimo ha sido que, cuando nosotros llegamos al Gobierno, el 2020, el déficit fiscal llegaba al 13 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), el 2021 lo redujimos de 13 a nueve y el año pasado lo hemos reducido a siete por ciento”, afirmó Arce.
El mandatario brindó esa información durante un discurso con motivo del inicio de los trabajos de construcción del Complejo Industrial de Productos del Chaco en el municipio de Monteagudo, departamento de Chuquisaca.
Consideró que este indicador es “fundamental” porque su administración impulsa la generación de “recursos en la economía del país para invertirlos, generar empleo e industrias” con fábricas como el Complejo Industrial de Productos del Chaco, en el cual se invierten 140 millones de bolivianos (unos 20 millones de dólares).
Datos oficiales señalan que en 2020, durante el gobierno de facto de Jeanine Añez, el déficit fiscal subió a 12,7 por ciento; sin embargo, en 2021 bajó a 9,3 puntos porcentuales y en 2022 se logró reducir aún más este indicador hasta llevarlo a 7,2 por ciento.
Otro dato que refleja la recuperación de la economía boliviana es la inflación, que en 2022 cerró en 3,12 puntos porcentuales, la tasa más baja de la región.
A esto se suma el superávit comercial, que por segundo año consecutivo logró Bolivia en 2022, luego de los sucesivos déficits registrados hasta el año 2020.
Recordó el mandatario que en 2019 el país tenía un déficit comercial “por cerca de 900 millones de dólares” porque “importábamos más de lo que exportábamos”.
Arce recordó que encontró un país importador de todo, hasta de la miel.
No obstante, su administración empezó a aplicar la política de industrialización con sustitución de importaciones y fomento de la producción y el consumo de los productos bolivianos.
Gracias a ello, expresó, en 2021 se “revirtió la tendencia negativa de tener más importación que exportación, y se logró un superávit de mil 472 millones de dólares”.
En 2022, la tendencia positiva continuó, y en diciembre del año pasado la balanza comercial de Bolivia registró un superávit de 603 millones de dólares.
“¿Qué quiere decir esto? que la política de sustitución de importaciones está dando resultado”, sostuvo Arce, y enfatizó en que “esa tendencia tiene que seguir, por eso queremos industrializar el país, por eso queremos que el Chaco tenga sus plantas industrializadoras”.
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