Sin un horizonte visible, la fragmentación del Parlamento y la injerencia extranjera bloquean la designación del nuevo jefe de Estado de la República para los próximos seis años con el fin de impulsar reformas de recuperación.
La reunión celebrada en París entre funcionarios de Francia, Arabia Saudita, Estados Unidos, Egipto y Qatar intentó presionar a las autoridades del Líbano sobre una posible revisión de las relaciones en caso de prolongarse la situación.
A nivel interno, el teatro político persiste y las discrepancias obstaculizan las sesiones legislativas, con predominio del voto en blanco y la ausencia de un candidato consensuado de la comunidad cristiana maronita para ocupar el puesto.
El país sortea desde el pasado 31 de octubre un doble vacío constitucional, luego del fin del mandato del presidente Michel Aoun y la gestión de manera interina del primer ministro Najib Mikati.
Hasta la fecha, el gabinete celebró solo cuatro sesiones bajo el título de asuntos de emergencia ante el boicot de algunas fuerzas políticas.
En el orden económico, la libra (divisa local) alcanzó el cambio de 85 mil por cada dólar estadounidense en el mercado paralelo; mientras, la plataforma oficial del Banco Central opera a 45 mil 400 y los precios de los artículos de primera necesidad crecen para acentuar las dificultades de los ciudadanos.
Los docentes y empleados públicos continúan sus reclamos por mejores salarios, asistencia social y subsidio de transporte; en tanto, el flagelo de la corrupción tensa la relación entre el sector bancario y el poder judicial.
En este contexto, el titular del Parlamento, Nabih Berri, indicó que el país no aguanta por más tiempo el vacío de poder, y bloques, dirigentes, ministros y líderes religiosos rechazaron la imposición de un presidente desde el extranjero.
Ante este panorama, la Resistencia islámica (Hizbulah) denunció la interferencia y la guerra económica de Estados Unidos contra el Líbano en busca de obligar a los pobladores a rendirse a sus condiciones y dictados.
Según la Constitución, en la ronda inicial de votaciones el candidato debe obtener una mayoría de dos tercios o 86 sufragios para ganar, y en caso de segunda vuelta, 65 votos.
Desde el pasado 29 de septiembre, el país intenta designar al decimocuarto presidente de la República después de la independencia, y a la espera de la convocatoria de la duodécima sesión, el tablero político mantiene en juego los nombres de SuleimanFranjieh, Michel Moawad y el general del Ejército Joseph Aoun.
(Tomado de Orbe)