“Hoy es un día importante, hoy damos un salto cualitativo en la ciudad de El Alto porque hoy ponemos la piedra fundamental para construir la planta de biodiésel y derivados en Senkata, en homenaje a este pueblo luchador”, expresó Arce durante el acto de inicio de obras, cuya edificación demorará un año.
Iniciada en ocasión del aniversario 38 de la urbe más joven y la segunda más extensa y poblada del país, la obra consolidará el enorme potencial productivo y agroindustrial del departamento de La Paz, según el mandatario.
Explicó el dignatario que la segunda fábrica de biodiésel de la nación andino-amazónica se suma a diferentes proyectos que se implementan, en particular en el norte, donde ya se produce soya, maíz y caña, entre otros productos que proveerán de materia prima a la nueva industria.
Arce enfatizó en que en homenaje a los muertos y heridos de las luchas en El Alto se construye aquí la primera planta agroindustrial del departamento de La Paz.
La nueva fábrica aportará también derivados del aceite vegetal, como la glicerina, elemento esencial para el fomento de la industria cosmética y farmacéutica, por lo cual Arce instó a los emprendedores del occidente a diseñar proyectos que asimilen la comercialización de estas producciones en esta región.
Significó que la industrialización fue una propuesta de la campaña electoral en 2020, “aumentar la producción, garantizar la seguridad con soberanía alimentaria, y créanme que poco a poco estamos cumpliendo ese deseo, ese anhelo de los bolivianos de tener un país industrializado”.
El mandatario evocó el papel de los alteños en la defensa de los recursos naturales de Bolivia en 2003, cuando la denominada guerra del gas provocó cerca de 70 muertes y cientos de heridos.
Igualmente, resaltó el heroísmo de las víctimas de la masacre de Senkata en defensa de la democracia en contra del gobierno de facto de Jeanine Áñez, y el papel decisivo de los vecinos de esta jurisdicción en los comicios generales de 2020.
Durante el acto al que asistieron autoridades nacionales, departamentales, representantes de organizaciones sociales y trabajadores de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), el ministro de Hidrocarburos y Energías, Franklin Molina, informó que esta inversión costará 40 millones de dólares.
La instalación ejecutada por YPFB Refinación contribuirá a la transición energética, la reducción de la importación de carburantes líquidos y el consumo de combustibles fósiles, y en la fase de operaciones generará 500 empleos directos y 860 indirectos, con una producción diaria de mil 500 barriles.
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