Un reporte de la Fundación Nord Est divulgado este miércoles por el sitio digital informativo First Online, señala que un equipo de investigadores de esa institución realiza un estudio para determinar las causas de esta diáspora
Este fenómeno, apunta el comunicado de dicha fundación “hace más inestable la sostenibilidad de la deuda pública italiana”, por lo cual “intentaremos entender qué impulsa a los jóvenes a abandonar el país, ya sea solo la búsqueda de un salario más alto u otros factores”.
Se realiza una doble encuesta demoscópica, que incluye tanto a los jóvenes expatriados como a aquellos que viven y trabajan en este país, en el rango entre 18 y 34 años de edad, “a la vez que se analizará la situación de los mismos en el extranjero, y qué estarían dispuestos a evaluar para regresar”, agrega la nota.
El estudio es dirigido por Silvia Oliva, especialista de la fundación, mientras las consultas están a cargo de la encuestadora Questlab, a cargo del experto Giuseppe Castiello, y al frente de la coordinación científica de la investigación se encuentra Daniele Marini, profesor de sociología, de la Universidad de Padua.
Cuenta con el apoyo directo de las autoridades gubernamentales de la norteña región de Véneto, cuyo presidente, Luca Zaia, demandó recientemente la búsqueda de “las verdaderas razones que impulsan a tantos jóvenes italianos a irse”, con el fin de tratar de frenar lo que se califica como “una hemorragia humana, social y económica”.
El martes último se conoció que en los primeros 22 años del actual milenio abandonaron Italia unos 180 mil profesionales de la salud, incluidos 131 mil médicos y 48 mil especialistas en enfermería, lo cual incidió en la actual crisis de ese sector por carencia de personal.
De acuerdo con una reciente investigación, publicada ese día por el sitio digital especializado Quotidiano Sanitá, tan solo en los últimos tres años, salieron de este país unos 40 mil médicos y enfermeras, lo cual significó además la pérdida de una cuantiosa inversión que se eleva hasta unos tres mil 600 millones de euros.
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