La CUT indica que, en marzo, mes de visibilidad de las luchas de las féminas, ellas son las mayores víctimas de las disímiles caras de la violencia que incluyen además las agresiones físicas practicadas, en especial, por maridos, novios, compañeros y excompañeros.
Menciona además la intimidación psicológica como el acoso moral, la dada por la discriminación y la desigualdad en numerosos espacios, incluso el mercado laboral, y la patrimonial, cuando el agresor actúa para violar la independencia de la mujer.
La expectativa, según la secretaria de la Mujer de la CUT, Junéia Batista, es que, en esta fecha, el Gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva presente un conjunto de políticas públicas dirigidas a las mujeres, en todas las áreas, involucrando iniciativas que vienen siendo elaboradas por el Ministerio de la Mujer, junto con los movimientos feministas.
«Esperamos que Lula informe a Brasil y al mundo que también ratificará y adoptará la Convención 190», remarca Batista.
El Convenio 190 de la Organización Internacional del Trabajo establece normas para acabar con la violencia y el acoso (moral y sexual) en el mundo del trabajo y las mayores víctimas son las mujeres.
Tal convención es el primer tratado internacional en reconocer el derecho de todas las personas a un mundo de trabajo libre de violencia y acoso, incluyendo la violencia de género.
Según la CUT, Brasil tiene este año un nuevo gobierno, volcado a las cuestiones sociales, por lo tanto, sintonizado con la lucha de las mujeres, en particular las de la central y de movimientos sociales.
Estas razones refuerzan aún más la necesidad de reanudar inversiones en las políticas públicas destruidas por la administración del derrotado mandatario Jair Bolsonaro, para garantizar la protección de las féminas con el fortalecimiento y la reestructuración de comisarías y la creación de la Casa de la Mujer Brasileña.
De acuerdo con el informe Elas Viver, publicado por la Red de Observatorios de Seguridad, Brasil registró dos mil 423 casos de violencia contra la mujer en 2022, entre ellos 495 resultaron feminicidios, que se tradujeron en una agresión cada cuatro horas y un asesinato al día.
La investigación precisa que el 95 por ciento de las féminas temen ser víctimas de violación en el gigante suramericano.
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