Benítez utilizó sus redes sociales para transmitir su saludo «a esas mujeres trabajadoras, leales a sus sueños y principios y que luchan por su crecimiento y el de sus familias».
De igual manera, la primera dama de Paraguay, Silvana Abdo, expresó su admiración y compromiso con las féminas, que con determinación, dijo, han logrado cambiar la historia y en el día a día construyen un mundo más justo y solidario.
Hoy se conmemora el Día Internacional de la Mujer, fecha instaurada por la ONU en 1975, a fin de reivindicar a ese grupo de la población históricamente discriminado.
Sin embargo, la vida de ellas poco ha cambiado en muchos países; en febrero pasado la activista paraguaya de Derechos de la Mujer Liliana Zayas calificó de «pandemia» la ola de casos de feminicidios en el mundo, visible también en su país.
Zayas consideró que en esta nación sudamericana el problema se acentúa por conceptos y prácticas machistas presentes en la comunidad en su conjunto y que las familias replican.
Paraguay registró 47 feminicidios en el 2022 y algunos de estos se consumaron por negligencias en los mecanismos de protección a las víctimas, según el Centro nacional de Documentación y Estudios.
La directora de ese organismo dedicado a la investigación y educación, Myriam Angélica González, puntualizó que el promedio de asesinatos de niñas y mujeres por razones de género se mantiene en 50 casos anuales desde hace casi una década.
La violencia contra ellas es una «cara fea» conformada por los más diversos rasgos: prostitución, embarazos forzados, discriminaciones laborales, acoso sexual, violencia física y psicológica, asesinatos, esclavitud sexual…
Ante esta situación, las autoridades locales instan a las víctimas y a sus familias a denunciar; algunas no callan, pero otras temen.
De acuerdo con el Observatorio de Violencia del Ministerio de La Mujer, las paraguayas tienen menos trabajo remunerado y de menor calidad y el trabajo doméstico constituye uno de los principales factores que impiden su ingreso al mundo laboral.
Muchas pasan el doble de tiempo dedicadas a faenas no remuneradas y en el país menos del 20 por ciento ocupa cargos de elección popular, en tanto no hay representación de las indígenas en esos puestos.
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