Simonetta Gola, portavoz de la organización humanitaria italiana Emergency, que opera ese barco de salvamento, señaló en declaraciones divulgadas este viernes por el diario La Repubblica que los inmigrantes realizaron “un viaje aterrador, con señales de torturas y quemaduras propias de estas travesías” desde las costas de Libia.
Se trata de 59 hombres, 16 mujeres, así como de 30 menores, de ellos 24 sin compañía, procedentes de Burkina Faso, Camerún, Chad, Costa de Marfil, Eritrea, Gambia, Guinea Conakry, Mali, Mauritania, Nigeria, Sierra Leona y Sudán, quienes partieron el 6 de marzo en un bote de goma de 12 metros de eslora, desde la localidad libia de Zwara.
A las pocas horas de navegación la embarcación sufrió una avería en el motor por lo que, según Gola, el buque Life Support actuó en rescate de las 105 personas y el 7 de marzo se obtuvo el permiso del Centro de Coordinación de Salvamento Marítimo de Italia para trasladar a las mismas hacia el referido puerto, ubicado en el mar Adriático.
En relación con este tema el presidente de la región de Apulia, Michele Emiliano, del opositor Partido Democrático (PD), señaló que las actuales limitaciones para una emigración regular crean “un mercado para los traficantes de personas”, pues hacen “que los viajes se vuelvan como las drogas, como las armas, un negocio ilegal».
En tal sentido, el Consejo de ministros aprobó el jueves último un decreto ley para enfrentar la crisis migratoria, que establece penas de 20 a 30 años para traficantes responsables de las muertes de varios migrantes, de 15 a 24 si como resultado de sus acciones un ser humano pierde la vida, y de 10 a 20 si las personas sufren lesiones graves.
Las nuevas regulaciones persiguen, según sus promotores, contar con “herramientas para combatir los flujos migratorios ilegales y la acción de redes criminales que operan la trata de seres humanos”, e incluyen la eliminación de la validación por un juez de la ejecución de decretos de expulsión ordenados después de una condena.
También comprenden medidas para favorecer los flujos migratorios regulares hacia Italia, con disposiciones para la entrada legal de empleados extranjeros, que establecen cuotas para trabajos subordinados por tres años y la simplificación de procedimientos de acceso, a través de canales legales, de migrantes calificados.
mem/ort