La intensa lluvia sobresaltó y causó molestias a la población de la urbe, conocida como la ciudad donde nunca llueve, por lo que espera virtualmente inerme que no se produzca un aguacero torrencial, pues no está preparada para ello, al punto que carece de cámaras de alcantarillado y solo cuenta con redes de desagüe.
El ministro de Defensa Jorge Chávez informó que, según el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi), podría tomar rumbo al sur, ocasionando un incremento de las lluvias en Lima y activaría las quebradas por las que discurren los ríos Rímac, Chillón y Lurín, que cruzan por la extensa urbe.
Chávez se refirió al tema en una visita para inspeccionar los daños causados por las torrenciales lluvias a la región de Tumbes, en el extremo norte de la costa peruana y limítrofe con Ecuador.
Esa región y las de Piura, Lambayeque y La Libertad sufrieron inundaciones, al menos seis muertes, decenas de poblaciones aisladas y otros daños por evaluar.
“El ciclón Yaku, que está en la parte norte, está descendiendo y eso va a hacer que aumenten las lluvias en la ciudad de Lima, y pueda incrementarse el caudal de los ríos Rímac, Lurín y Chillón”, dijo a la prensa, ante lo cual planteó la necesidad de tomar medidas en los tres niveles de gobierno (nacional, regional y municipal).
Reconoció que esas medidas son reactivas porque no se realizaron oportunamente los trabajos de pervención de la temporada anual de precipitaciones, agravada por la intrusión de un ciclón, fenómeno del que no tienen memoria los peruanos.
Por su parte, el experto Benito Valderrama, meteorólogo del Senamhi, dejó en claro que Lima no va a ser afectada directamente por el ciclón Yaku (agua en idioma quechua).
Explicó que, al desplazarse hacia el sur, Yaku perderá intensidad porque se moverá sobre la corriente marina fría de Humboldt, dejando atrás el mar cálido que le da fuerza.
Lo que pasa, añadió, es que ese avance provocará mayor humedad, por lo cual podrían presentarse lluvias en las costas de las regiones de Áncash y Lima.
Valderrama agregó que en la ciudad “podríamos llegar a valores próximos a los cuatro milímetros en el sector este y, en la zona oeste, de dos milímetros”, que en otras latitudes no es mucho; pero aquí, “no tenemos condiciones como un sistema de drenaje y las casas no están preparadas para tener una precipitación de esa cantidad”.
npg/mrs