Durante su discurso ante mil directores en la conferencia anual de ese sindicato en Birmingham, la presidenta de la organización, Evelyn Forde, condenó a los ministros conservadores por la deficiencia del sector, en una década de austeridad del Gobierno.
Igualmente, argumentó que las escuelas y universidades transmutaron en un “cuarto servicio de emergencia, que debe recoger los pedazos”, y aludió a la erosión de los servicios de apoyo, sumado a “la carga insostenible para llenar los vacíos de los presupuestos y el estiramiento de las fuerzas laborales”.
En este sentido, Forde afirmó que, más allá de la enseñanza, los profesores brindan una red no oficial de soporte social a los alumnos, cada vez más obviados de ayudas alusivas, por ejemplo, a la salud mental, asesoramiento, alimentación y uniformes.
Una encuesta reciente de la ASCL reveló que la mayoría de los líderes escolares y universitarios catalogan como inadecuados y deficientes los actuales servicios de asistencia a los educandos.
Por su parte, el Gobierno reconoció los desafíos de muchas familias en el acceso a la educación, salud y atenciones básicas, y aseguró una inversión equivaente a más de 116 millones de euros al sector, durante los próximos dos años.
lam/dgh