«Como comunidad internacional, comprometida con la diplomacia, el diálogo, la solución pacífica de controversias, seguiremos acompañando las decisiones transformadoras y las acciones inclusivas productos de esta mesa», expresó Alejandro Malmierca, representante de Cuba.
Destacó que, en este marco, a los países garantes se les otorgó la responsabilidad de defender la perspectiva del derecho a la paz y la no injerencia apoyando el cumplimiento de los acuerdos y compromisos asumidos.
«Por ello nos congratulamos y reconocemos la determinación y trabajo constructivo de las partes durante estas semanas de trabajo, tal como lo atestiguan los avances alcanzados en este segundo ciclo de conversaciones», celebrado en México.
Resaltó que el Acuerdo de México, Nueva Agenda de Diálogos para la Paz entre el Gobierno de la República de Colombia y el Ejército de Liberación Nacional, plantea una hoja de ruta innovadora y establece una visión compartida de la paz que busca la Mesa.
Con esta agenda las partes buscan establecer un acuerdo nacional incluyente, participativo y transformador, enfatizó el representante de Cuba, país garante de estas conversaciones.
Manifestó que son testigo de la participación en las negociaciones y en la implementación de sus acuerdos para alcanzar la paz en distintas regiones del mundo.
Las buenas prácticas les ha demostrado que cuanto más amplia es esta participación, mayor ha sido la duración de legitimidad y el impacto positivo de los resultados de las negociaciones, afirmó.
«Los países garantes y los acompañantes permanentes damos la bienvenida al exitoso inicio de las discusiones en torno a los principios que regirán la participación para la construcción de la paz y el cese al fuego bilateral y nacional», expresó por su parte, Angela Bargellini, de la ONU.
También se congratularon por la decisión de transversalizar la perspectiva de género en la mesa de diálogos.
«Como garantes, Brasil, Cuba, Chile, México, Noruega y Venezuela- y como acompañantes permanente, el Representante Especial del Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas y la Conferencia Episcopal de Colombia, reiteramos nuestro firme compromiso, respaldo y confianza a la Mesa de Diálogos de Paz entre el Gobierno de la República de Colombia y el ELN, esperando que este proceso traiga consigo cambios valiosos y trascendentales para toda la región, agregó.
Esta postura fue expresada al cierre del segundo ciclo de conversaciones celebrado en México. La próxima fase tendrá lugar en Cuba.
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