Todo ocurrió cuando la mayoría de los usuarios pertenecientes al sector tecnológico y otras entidades respaldadas por capital de riesgo extrajeron sus dividendos, luego que la entidad anunciara que buscaría la ampliación de capital para afrontar sus dificultades financieras.
Esta situación los llevó a deshacerse de inversiones por unos 21 mil millones de dólares con pérdidas en el entorno de los mil 800 millones de dólares. Tras el aviso las acciones de Silicon Valley Bank cayeron y a su vez sacudió al sector bancario global.
Las incertidumbres financieras obligaron a los reguladores bancarios a tomar posesión del banco y designaron a la Corporación Federal de Seguros de Depósitos como síndico, y esta a su vez determinó cerrar las operaciones del centro en cuestión. Actualmente, los depósitos de Sillicon Valley Bank se encuentran bloqueados y en suspensión de pagos.
Los efectos negativos no se hicieron esperar, las bolsas estadounidenses y las entidades financieras europeas sufrieron importantes pérdidas en sus cotizaciones.
El Banco de Inglaterra, en coordinación con el Gobierno británico, solicitó hoy una orden judicial para declarar insolvente a la filial de Sillicon Valley en Reino Unido, a fin de garantizar a sus clientes el cobrar de los depósitos hasta el límite garantizado por las autoridades.
El ente emisor inglés informó que la declaración de insolvencia significará que el programa de compensación de los servicios financieros podrá abonar cuando antes a los depositantes hasta el máximo protegido de 96 mil euros o el doble para las cuentas conjuntas.
Por su parte el ministerio británico de economía explicó que esta en estrecho contacto con el banco en quiebra para minimizar los efectos negativos tos y asegura que serán menores pues el sector bancario británico está bien capitalizado.
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