El primer ministro Ariel Henry, juramentó el martes a ocho jueces del Tribunal de Casación, la mayor instancia judicial del país que se encontraba disfuncional desde mediados de 2021 cuando falleció su expresidente René Sylvestre.
El jefe de Gobierno señaló que el pueblo espera de los magistrados un comportamiento ejemplar, integridad moral, competencia y una verdadera independencia de los poderes políticos y económicos, así como la valentía de resistir a las presiones y tomar decisiones basadas en el derecho.
También sugirió que el nombramiento de los jueces permitirá constituir un Consejo Electoral Provisional creíble para organizar elecciones y preparar una consulta popular con el fin de modificar la Constitución.
Sin embargo, aunque existía el consenso sobre la necesidad de recuperar el Tribunal de Casación, varias voces señalaron la presunta ilegitimidad de Henry para adoptar esa decisión y criticaron que la juramentación viola el artículo 175 de la Constitución.
Además, durante la semana, el subsecretario de Estado para el Hemisferio Occidental Brian Nichols completó una visita al país caribeño y abogó por una solución haitiana a la crisis nacional.
Sin anunciar ningún apoyo concreto del país norteño para restaurar la seguridad, reafirmó el compromiso de Estados Unidos con un diálogo inclusivo, así como informó que Washington ofreció 60 millones para la respuesta humanitaria, incluida la epidemia del cólera.
Por su parte, Canadá se desmarcó de liderar una intervención militar en Haití, al asegurar que las fuerzas armadas no tienen capacidad para llevar a cabo una posible misión de seguridad.
El jefe de Estado Mayor de la Defensa, general Wayne Eyre, consideró difícil liderar una ocupación mientras las fuerzas armadas están movilizadas en el conflicto entre Rusia y Ucrania.
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