Barbara Mangiacavalli, presidenta de la Federación Nacional de Profesionales de la Enfermería (Fnopi), alertó sobre la gravedad de esta situación en declaraciones divulgadas este domingo por el sitio digital especializado Assocarenews, donde afirmó que “las cifras son mucho peores que las surgidas públicamente en los últimos días”.
“Las enfermeras son la categoría más afectada por agresiones en el desempeño de su trabajo”, señaló Mangiacavalli, pues contra las mismas se ejecutaron el 75,0 por ciento de las agresiones, de acuerdo con una encuesta realizada por ocho universidades de este país.
El estudio concluyó que, aunque en el último año se denunciaron solo cinco mil hechos de este tipo, la cifra es 26 veces superior, ya que la mayor parte de las veces las enfermeras guardaron silencio por miedo o porque estaban resignadas, aun cuando en el 40,0 por ciento de los casos la violencia fue física.
“Muchos compañeros, no solo enfermeras sino todos los profesionales de la salud que están en contacto con los usuarios, no están denunciando sobre todo las agresiones verbales, porque casi parece haberse convertido en una modalidad con la que deben lidiar todos los días”, apuntó.
Esos ataques son motivados, según explicó, por “una serie de causas incluso importantes que tienen sus raíces en diferentes contextos, entre ellos los modelos organizativos y algunas faltas de respuesta que sufren los ciudadanos”.
El incremento de los actos de violencia, con consecuencias físicas y mentales entre estos especialistas, provoca que “en los últimos años estamos registrando muchos abandonos de la profesión”, alertó la dirigente de la Fnopi.
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