Durante una marcha de protesta, militantes, sindicalistas y personalidades sociales y políticas expresaron el dolor de la ciudadanía ante el colapso y ratificaron la insistencia en enfrentar la clase corrupta para restituir los derechos del pueblo.
La movilización inició en la céntrica calle capitalina de Hamra frente al Banco de Líbano y terminó en los alrededores del Parlamento, encabezada por su secretario general, Hanna Gharib, y el diputado Osama Saad, líder de la Organización Popular Nasserista.
En la manifestación, Gharib denunció el sistema político sectario y sus implicaciones detrás de la crisis en la mayoría de las funciones de las instituciones del Estado; así como en la desintegración de los sistemas de servicios públicos, en materia de electricidad, agua, transporte, salud, educación y vivienda.
Al mismo tiempo, el representante de los comunistas abogó por un Estado capaz de liberar su tierra ocupada del enemigo israelí y proteger su riqueza de petróleo y gas; además de respaldar una causa nacional y contra todo tipo de injerencias, mandamientos y presiones extranjeras.
Por su parte, Saad subrayó la necesidad de lanzar un frente político para enfrentar al sistema de gobierno que controla el destino del pueblo, bajo una presión sin precedentes en lo económico y financiero.
El líder nasserista advirtió sobre el empeoramiento de la situación tras las políticas fallidas llevadas a cabo por el sistema de sectas y capital.
Bajo el lema «No hay más remedio que la confrontación», los participantes levantaron pancartas e insistieron en la urgencia de continuar la lucha.
Desde el 31 de octubre pasado, Líbano sortea los obstáculos de un doble vacío de poder, tras el fin del mandato presidencial de Michel Aoun y la gestión interina del gobierno del primer ministro, Najib Mikati.
En este escenario, la devaluación de la moneda nacional hasta alcanzar el cambio de 92 mil libras por cada dólar, los altos precios de los combustibles y los artículos de primera necesidad, junto a la disminución del poder adquisitivo complejizan la situación económica-social del país levantino.
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