Recientemente el gobierno del presidente Gabriel Boric tomó la polémica decisión de militarizar varios puntos en el norte chileno para controlar los lugares por donde se realizan cruces irregulares de migrantes de diversos países.
Muchos de ellos atraviesan el territorio boliviano, o son originarios de allí, con el objetivo de entrar a Chile para buscar un mejor futuro, a pesar de las dificultades creadas aquí por la pandemia de la Covid-19 y la situación económica global.
Van Klaveren reveló la existencia de conversaciones migratorias en curso y expresó su esperanza de que éstas continúen y se profundicen, sobre todo en el tema de la reconducción al otro lado de la frontera de quienes sean descubiertos sin la documentación requerida.
“Por cierto, Bolivia es un país muy importante para nosotros”, señaló el nuevo canciller al referirse a esa nación con la cual no existen relaciones diplomáticas.
El alcalde de la norteña ciudad de Colchane, en la región de Tarapacá, informó que por ese lugar ingresan desde Bolivia a Chile entre 200 y 400 migrantes indocumentados cada día.
Los sitios de cruce están ubicados en áreas inhóspitas, a más de tres mil 500 metros de altura sobre el nivel del mar con temperaturas extremas sobre todo por la noche y no se tienen registros de cuántas personas pierden la vida en el peligroso trayecto.
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