La cartera confirmó que los órganos técnicos y departamentales trabajan con voluntarios públicos y organizaciones de la sociedad civil para realizar un ataque masivo contra la propagación de los siniestros, evaluar los daños y tomar las medidas a corto y mediano plazo.
Desde mediados de febrero varias plataformas denunciaron la quema de cientos de hectáreas en zonas boscosas en medio de una intensa sequía.
Jean Robert Sultan, director de proyectos de la Fundación Reforestación a través de la Educación sugirió que los incendios son intencionales, provocados por agricultores que quieren liberar espacio para el cultivo, a los que se suman ciudadanos que despejan hectáreas para construir viviendas en medio del auge de la violencia en las ciudades.
No obstante, el Ministerio señaló que la gravedad de los siniestros en el país varía naturalmente de un año a otro y por lo general los largos periodos de sequía, característicos del clima tropical, con altas temperaturas, baja humedad relativa y fuertes vientos, sobre todo en las zonas montañosas, son especialmente propicios para la aparición de incendios peligrosos.
También aseguró que las primeras informaciones disponibles sugieren un origen natural ligado a factores meteorológicos así como antrópico, relacionado con la quema y tala de árboles, y la producción de cal y carbón.
Asimismo, la cartera explicó que el cambio climático, incluido el fenómeno de El Niño en el Océano Pacífico, aumentan las temperaturas y acentúan la sequía.
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