El vicepresidente boliviano, David Choquehuanca, intervendrá en la apertura de ese foro paralelo al 66 período de sesiones de la Comisión de Estupefacientes de las Naciones Unidas (ONU), confirmó el viceministro de Relaciones Exteriores Freddy Mamani.
Otros expositores serán el ministro de Gobierno de Bolivia, Eduardo del Castillo, el de Justicia y de Derecho de Colombia, Néstor Osuna; y el representante de la Oficina de la ONU Contra la Droga y el Delito en Bolivia, Troels Vester.
Según Mamani, durante el debate se explicará “la revisión crítica” que plantean las autoridades de Bolivia.
Anticipó que la delegación del Estado Plurinacional “en el panel de expertos, exigirá que en la revisión crítica se incorpore a especialistas de los pueblos indígenas y practicantes de la medicina tradicional, que es elemento sustancial para reparar este error histórico que cometió la Convención de 1961”.
Describió que la solicitud será presentada antes de mayo a la Comisión de Estupefacientes de la ONU, entidad encargada de la regulación y control internacional de drogas.
Bolivia es productor de esa hoja, pero mantiene una política de reducción y eliminación de los cultivos excedentarios e ilegales sobre la base de la Ley General de la Coca, que fija un límite de 22 mil hectáreas.
“La intención es obtener una valoración de la Organización Mundial de la Salud basada en la evidencia científica-insistió-, reconociendo los usos y beneficios de la hoja de coca”, dijo.
Mamani reivindicó los usos benéficos de la hoja de coca y señaló que las actuales restricciones impuestas por la convención “obstaculizan el potencial mercado internacional de productos de coca”, que podrían beneficiar a la comunidad internacional.
El pacto de 1961 condena a esta materia prima como estupefaciente, prohíbe su consumo y la masticación; sin embargo, el artículo 49 de ese documento establece que “toda parte (país miembro de esa Convención) podrá reservarse el derecho de autorizar temporalmente en cualquiera de sus territorios” varias disposiciones, entre ellas, la “masticación de la hoja de coca”.
En este país está vigente la Ley 864 del 13 de diciembre de 2016, que declaró “Patrimonio Cultural Inmaterial del Estado Plurinacional de Bolivia al Acullico como la masticación tradicional de la hoja de coca, que permite extraer el contenido de sus nutrientes”.
De acuerdo con Mamani, el trámite para lograr la descalificación del arbusto podría tomar aproximadamente unos dos años, como sucedió con la despenalización del masticado de la hoja de coca, en 2013.
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