Por primera vez desde las manifestaciones populares de 2019, la moneda nacional llegó al umbral de las 100 mil libras por billete verde en el mercado paralelo, para coincidir con el alza de los precios de los combustibles y el reinicio de la huelga en el sector bancario.
En una devaluación sin precedentes, la libra continúa en picada tras iniciar el año a un valor de 47 mil por dólar; y así incidir en la disminución del poder adquisitivo de los trabajadores y generar malestar en los ciudadanos.
Al mismo tiempo, la plataforma oficial del Banco Central, Sayrafa, obtuvo ayer un volumen de 80 millones de dólares, a razón de 75 mil 800 libras, cuando en enero operaba a una tasa de 38 mil.
De acuerdo con economistas, el deterioro del valor de la moneda nacional y el aumento de la demanda del dólar responde al levantamiento gradual del Banco Central de los subsidios a la importación de los principales productos básicos, el último de los cuales fue el combustible.
Los expertos enfatizaron que, durante más de dos años y medio, los bancos del país impusieron restricciones sobre el dinero de los depositantes en moneda extranjera, especialmente el dólar, y establecieron estrictos límites para retirar sus fondos en libras libanesas.
Con la entrada de marzo, el Ministerio de Economía adoptó precios en dólares en las tiendas comerciales, con el objetivo de proteger a los pobladores del caos y la aleatoriedad de los costos que persiguen los comerciantes y dueños de supermercados, según el titular del sector, Amin Salam.
Por su parte, la cartera de Finanzas decidió incrementar el dólar aduanero de 15 mil a 45 mil, un mes después de abandonar la tasa de mil 500 utilizada desde 1997.
La unificación de los tipos de cambio múltiples es uno de los tantos pasos que el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha solicitado a Líbano para concluir un paquete de ayuda de tres mil millones de dólares.
Sin embargo, el FMI calificó de lento el progreso en la implementación de las reformas, a la luz de la gravedad de la crisis y la inestabilidad del país, tras la entrada de un vacío de poder después del fin del mandato presidencial de Michel Aoun, el 31 de octubre.
Entidades de Naciones Unidas aseguraron que alrededor de dos millones de personas en Líbano requieren en el presente de asistencia urgente ante las problemáticas para acceder a alimentos y satisfacer otras necesidades básicas debido al colapso económico y financiero.
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