Reportes del departamento de Epidemiología del Ministerio de Salud (Minsa) indican que hasta el pasado 7 de marzo se contabilizan en el país mil 922 casos de malaria, enfermedad producida por el parásito Plasmodium y transmitida por el mosquito Anopheles.
La razón del aumento de pacientes es multifactorial, pero sobre todo debido a una disminución en el cumplimiento de los programas causados por el confinamiento que obligó la Covid-19, según el Minsa.
Como resultado de la crisis sanitaria desde 2020, agregó esa cartera, no se pudo reclutar a tiempo personal, ni adquirir los insumos, pues el presupuesto se destinó a la contingencia por la pandemia.
El investigador y entomólogo Lorenzo Cáceres explicó a la prensa que en los últimos 10 años hasta el 2018 se reportaba un promedio anual de 646 casos de malaria, pero de 2019 a la fecha se ha registrado un promedio anual de tres mil 764.
Cáceres opinó que el incremento también se debe al cambio del insecticida fenitrotión, que de acuerdo a un estudio reciente del Instituto Gorgas hasta el quinto mes de su aplicación estaba matando un 80 por ciento los mosquitos.
Ese insecticida fue sustituido en 2018 por sumishield, el cual no fue evaluado previamente.
En ese sentido, el Ejecutivo adoptó otras medidas como la creación en enero pasado de un centro de operación contra la malaria, es decir, una mesa intersectorial que lidera el ministro de Salud, Luis Francisco Sucre, para el manejo de la enfermedad.
Además, para reducir el riesgo de casos se han entregado mosquiteros para cama y hamacas en las comunidades originarias de Wacuco, Río Rubén, Igarwala y Tortí Medio abajo.
La mayoría de los casos de malaria se registran en la comarca de Guna Yala, Darién, comarca Ngäbe Buglé y Panamá este.
Los informes de epidemiología demuestran que el año pasado se contabilizó más del doble de casos de malaria que en el 2021, ya que se reportaron siete mil 112, es decir, tres mil 469 más que en el 2021, cuando la cifra fue de tres mil 643.
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