Franklin Molina, titular de esa cartera, reafirmó que desde el lunes es una realidad la exportación de al menos 60 megavatios al norte de Argentina.
La interconexión Eléctrica Bolivia–Argentina tiene una Línea de Transmisión de 132 kilovoltios K(V) con 120 kilómetros de longitud (46,49 en Bolivia y 73,88 en Argentina), que une la Subestación Yaguacua en el territorio boliviano y la Tartagal en Argentina, y que permite transportar una potencia estimada en 120 megavatios (MV).
La Empresa Nacional de Electricidad a través de su subsidiaria ENDE Transmisión Argentina Sociedad Anónima (Etasa), retomó en 2021 la construcción del tramo en territorio argentino de la línea eléctrica que forma parte del proyecto denominado Juana Azurduy, y todo el trabajo concluyó en 2022.
Autoridades gubernamentales de Bolivia invirtieron en esta obra 364 millones de bolivianos (unos 52 millones de dólares), que será inaugurada oficialmente en abril con una reunión en la frontera entre los mandatarios Luis Arce y Alberto Fernández, del Estado Plurinacional y de Argentina, respectivamente.
Por su parte, el Ministerio de Energías de Argentina, aseguró este miércoles que esa interconexión permitirá un abastecimiento abundante y confiable a la ciudad de Tartagal y a localidades vecinas como Orán, Piquirenda, Tabacal, Pichanal, Senda Hachada y Dragones, y aliviará el vínculo con San Juancito.
“El intercambio eléctrico de hasta 120 MW reducirá las emisiones contaminantes y los costos derivados de la generación eléctrica con combustibles líquidos”, destaca la página digital de esa cartera de Argentina.
Molina, en tanto, informó que este proyecto integracionista en el campo energético aportará al Estado Plurinacional un ingreso de entre mil y dos mil millones de bolivianos (284 mil dólares), en dependencias de los precios de la electricidad.
Reiteró que, con este tipo de venta al exterior por primera vez, el Gobierno nacional demuestra que con su gestión cumple el objetivo de dar valor agregado a sus recursos naturales con una diversificación de los productos y servicios con los cuales logra ingresos.
De acuerdo con el viceministro de Electricidad y Energías Alternativas, Edgar Caero, la capacidad instalada de generación de Bolivia llega a tres mil 600 MV frente a una demanda del mercado nacional de mil 650, lo cual aporta una importante reserva exportable.
Molina confirmó que están en marcha conversaciones con Brasil con vista a lograr también la interconexión y abrir otro mercado para la exportación de electricidad excedente.
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