En condiciones normales, el país genera un 40 por ciento de energía hidráulica, 40 por ciento de eólica, cuatro por ciento de térmica y el resto lo obtiene de biomasa y solar.
Pero hoy esa relación con fuerte protagonismo para las fuentes renovables es impensable, dijo el director de la empresa estatal eléctrica, UTE, Felipe Algorta.
La falta de lluvias reduce la disponibilidad de la energía hidráulica. La principal represa, Salto Grande, tiene un caudal de cinco mil metros cúbicos por segundo. Pero días atrás estuvo en 600 metros cúbicos por segundo.
Además, por las condiciones climáticas la generación eólica es muy baja y UTE recurre a otras alternativas. Compra el excedente producido en Brasil, pero no alcanza y debe emplear la planta de Punta del Tigre.
El funcionario detalló que en lo que va del año se gastaron más de 100 millones de dólares en combustible para generar energía.
Acotó la conveniencia de la importación de electricidad desde Brasil, por un valor muy inferior al costo de producirlo en la central térmica de Punta del Tigre.
Por estos días la importación representa el 28 por ciento, la energía térmica el 35, eólica 20 por ciento, hidráulica seis, biomasa seis y la solar cuatro por ciento.
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