El presidente de la Administración de Obras Sanitarias del Estado (OSE), Raúl Montero, dijo que en algunos lugares del país ya se recorta la presión del vital líquido a la espera de la llegada de las lluvias.
“En Montevideo lo están estudiando”, agregó. “Es una red un poco más difícil de manejar, pero en lugares chicos, en muchos lugares, se está haciendo”, sostuvo el directivo.
Aunque comenzó a llover en algunos sitios del país, Uruguay arrastra los efectos de una canícula que acumula tres años de seca.
Altos funcionarios del gobierno reconocen pérdidas por cerca de dos mil millones de dólares, sobre todo en rubros agropecuarios.
Respecto al abastecimiento del agua potable, la ciudad de Minas, capital del departamento Lavalleja (centro-este), presenta condición crítica, mientras a lo largo del país los técnicos y empleados de OSE buscan alternativas de suministro.
Sobre todo porque varios embalses del país se secaron o están a punto de llegar al mínimo, lo cual se repite en ríos y otras fuentes de suministro.
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