En ese encuentro, que se inició el miércoles último y concluirá mañana sábado, en la ciudad de Rimini, de la norteña región de Emilia-Romaña, la mandataria fue clara en su rechazo al salario mínimo y a la denominada renta a la ciudadanía, mientras defendió la reforma fiscal que impulsa su Gobierno, señaló ese medio.
Uno de los objetivos de dicha reforma, enfatizó, es “una reducción progresiva de las tasas del Irpef”, en alusión al impuesto directo y general sobre la renta de las personas físicas.
Se refirió también, en tal sentido, a la introducción para los empleados de un impuesto único subsidiado sobre aumentos salariales, con reconocimiento del principio de mérito, así como a hacer deducibles beneficios como el transporte y la educación y monetizar los beneficios marginales.
Habló también de “bajar progresivamente el IRES”, término referido al impuesto de sociedades, tasa que se establece para las ganancias corporativas.
Sobre el salario mínimo planteó que “no es el camino correcto, favorecería a los de siempre», y agregó que “más bien podemos trabajar juntos un sistema de redes de seguridad social universales, tanto para el asalariado, autónomo o atípico”.
«Estamos trabajando para entregar a los italianos una reforma integral que reforme la eficiencia de la estructura tributaria, reduzca la carga fiscal y combata la evasión fiscal, que simplifique las obligaciones y cree una relación de confianza entre el Estado y el contribuyente», argumentó.
La presencia de Meloni, primer jefe de Gobierno que en los últimos 27 años acepta una invitación para asistir a un congreso de la CGIL, despertó críticas entre un amplio grupo de afiliados a ese gremio, algunos de los cuales abandonaron la sala, refirió la fuente.
Elly Schlein, secretaria general del opositor Partido Democrático, expresó sobre esos temas en el marco del congreso obrero, que “lucharemos por un salario mínimo, porque por debajo de cierto umbral no podemos hablar de trabajo, porque es explotación”.
“No podemos aceptar que existan salarios tan bajos y contratos precarios”, dijo, y agregó que junto al salario mínimo, están las batallas “por la ley de representación que acaba con los contratos piratas, y la de poder limitar los contratos de duración determinada que condenan a la precariedad a muchos jóvenes y mujeres”.
En un mensaje a ese foro, el presidente de la República, Sergio Mattarella, señaló que “la discusión en el congreso obrero, con la gran participación de las bases y categorías, ayudará a abordar los cambios y puntos de crisis que enfrenta la sociedad italiana y europea”.
Son necesarias, según dijo, “las transformaciones en las estructuras productivas, en el equilibrio de bienestar, para hacer efectivos los derechos y, por tanto, la calidad de vida misma de cada persona”.
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