Esta vez el motivo es la celebración del 85 aniversario de la nacionalización del petróleo en 1938 por el general Lázaro Cárdenas, uno de los presidentes más admirado por el mandatario por su espíritu nacionalista.
Del total de concentraciones protagonizadas en la Plaza de la Constitución, nombre oficial del Zócalo, hay al menos 32 registradas como las más gigantescas, según récord publicado hoy por el diario Excelsior.
La primera concentración de estas últimas fue la del 11 de enero de 1992 como culminación de una caminata desde Tabasco para denunciar fraudes electorales en ese estado, donde era líder del Partido de la Revolución Democrática (PRD).
En 1995 regresó al Zócalo en rechazo al triunfo de Roberto Madrazo a la gubernatura de Tabasco. El 14 de marzo de 2004, como jefe de Gobierno de la Ciudad de México, convocó a otra por los video-escándalos sobre algunos de sus colaboradores exhibidos recibiendo bolsas con dinero.
Entre 2005 y 2006 encabezó algunas más enmarcadas en el proceso de las elecciones presidenciales, que le robó Felipe Calderón en contubernio con el expresidente Vicente Fox. El 30 de julio de ese último año instaló un plantón en el Zócalo y en Reforma que duró varios días.
De 2007 a 2017 las causas de sus movilizaciones fueron su rechazo a la reforma energética de Calderón, las elecciones de 2012 cuando ganó Enrique Peña Nieto. Allí salió del PRD y fundó al Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) que luego se convirtió en partido político que lo llevó a la presidencia como partido.
El nombre de Regeneración surge del periódico fundado por los hermanos Flores Magón desde un tiempo antes del inicio de la Revolución Mexicana de 1910, y como presidente de la República que asumió el 1 de diciembre de 2018 tras ganarla en las elecciones de julio de ese año, lo ha llenado varias veces.
La última fue el pasado 27 de noviembre de 2022 con una masiva marcha desde el Ángel de la Independencia que demoró seis horas para recorrer tan solo cuatro kilómetros, y aunque el motivo fue celebrar su cuarto año de gobierno, sirvió para medir fuerzas ante otra que habían realizado los partidos opositores con la misma intención, pero usando de pretexto una supuesta defensa del Instituto Nacional Electoral (INE).
Es el único político en la historia de México que ha llenado tantas veces el Zócalo capitalino que, según medidas oficiales, tiene capacidad para unas 120 mil personas a distancia holgada, pero en algunos momentos ha sido muy superada, pero con consecuencias de asfixia y desmayos.
Otras veces ha llegado hasta a u cuarto de millón pero usando las calles que desembocan a la plaza, como sucedió en esa última de noviembre donde colocaron pantallas y altavoces para escuchar su discurso.
A todos los políticos les gusta la Plaza de la Constitución por su enorme simbolismo, tanto en el proceso de independencia de la Nueva España en 1810 con el cura Miguel Hidalgo, y de la Revolución Mexicana de Francisco I. Madero protagonizada por Francisco Villa y Emiliano Zapata.
En su convocatoria a la concentración de hoy formulada el pasado 25 de enero para celebrar la expropiación petrolera, López Obrador dijo en torno sarcástico:
“Ofrezco disculpa por anticipado a los conservadores, que no les va a gustar, pero que ojalá y comprendan que para nosotros sí es muy importante el 18 de marzo, como el 21 de marzo (natalicio del Benemérito de las Américas, Benito Juárez).
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