Según datos satelitales proporcionados por la Agencia Espacial Canadiense como parte de la colaboración científica entre el Ministerio y la embajada de Ottawa, 307,7 hectáreas de bosques están afectadas por los siniestros provocando la emisión de más de tres mil 900 toneladas de dióxido de carbono.
Actualmente hay unas 285 hectáreas afectadas dentro del parque y otras 23 hectáreas quemadas fuera de sus límites, confirmó el ministro James Cadet.
El titular señaló que los agentes medioambientales trabajan sin descanso para sofocar los incendios en su totalidad y destacó el compromiso de la población y de las organizaciones ecologistas.
Desde mediados de febrero pasado varias plataformas denunciaron la quema de cientos de hectáreas en zonas boscosas en medio de una intensa sequía.
El Ministerio de Medio Ambiente activó un protocolo para controlar su propagación y precisó que los órganos técnicos y departamentales trabajan con voluntarios públicos y organizaciones de la sociedad civil para evaluar los daños y tomar las medidas a corto y mediano plazo.
La cartera señaló, asimismo, que la gravedad de los incendios en el país varía naturalmente de un año a otro y por lo general los largos periodos de sequía, característicos del clima tropical, con altas temperaturas, baja humedad relativa y fuertes vientos, sobre todo en las zonas montañosas, son especialmente propicios para la aparición de fuegos peligrosos.
De igual manera, indicó que las informaciones disponibles sugieren un origen natural ligado a factores meteorológicos así como antrópico, relacionado con la quema y tala de árboles, y la producción de cal y carbón.
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