Más de 30 organizaciones no gubernamentales convocaron a una concentración en la capitalina Plaza Libertad, punto de arranque hacia la explanada de la Universidad de la República, donde habrá un acto y pronunciamiento.
La movilización ciudadana recibió el apoyo del opositor Frente Amplio (FA), que en un comunicado remarcó las consecuencias cada vez mayores en el país por el cambio climático y lo que consideró como abandono oficial.
El pronunciamiento señala afectaciones por la persistente sequía a la producción, y también a las personas, con ciudades «al borde de sufrir restricciones severas de acceso al agua potable».
Como fuerza política reafirmamos que se deben diseñar políticas públicas que permitan enfrentar esta situación con criterios técnicos y socialmente adecuados, indica el texto.
El FA culpa a políticas oficiales, incluidos recortes presupuestales que, dice, postergaron obras en embalses y otras fuentes del vital líquido.
Añade que la Administración de Obras Sanitarias del Estado (OSE) se encuentra en uno de sus niveles más bajos de inversión.
De su lado el Poder Ejecutivo defiende el proyecto Arazatí, que prevé construir infraestructura para potabilizar agua y una inversión de 200 millones que podrían ser más con un plan de saneamiento para 60 localidades.
Resultará la inversión mayor en ese rubro en los últimos 150 años, según la postura oficial.
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