En un comunicado, la entidad detalla que, desde el registro del primer caso en mayo de 2022, y hasta al 20 de marzo de 2023, se identificaron seis mil 625 personas que cumplen la definición operacional de caso probable.
De ellas, tres mil 937 fueron confirmadas, 315 se encuentran en estudio, dos mil 373 fueron descartadas mediante prueba de laboratorio y se registraron cuatro defunciones.
El Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos notificó que los casos positivos están distribuidos en las 32 entidades federativas: Ciudad de México, Jalisco, Estado de México, Quintana Roo, Yucatán, 169; Nuevo León, 128; Puebla, son los de mayores incidencias.
En cuanto a la distribución por sexo asignado al nacer, el predominio es en hombres, con 97 por ciento; el grupo etario de 30 a 34 años es el de mayor prevalencia, el cual presenta una tasa de incidencia de 10.10 por cada 100 mil habitantes; es decir, mil 27 de los tres mil 937 casos confirmados.
El comunicado alerta que los síntomas más comunes reportados son erupción en 100 por ciento de los casos, seguido de fiebre en 72,1 por ciento, y dolores de cabeza, 62,9 por ciento.
Son más vulnerables ante la enfermedad quienes viven con VIH, padecen sífilis y diabetes mellitus, entre otras.
Hasta el 20 de marzo se identificaron 19 defunciones (18 hombres y una mujer); de las cuales, cuatro se relacionan directamente con la infección por mpox; dos no se relacionan por esta causa, y 13 se encuentran en análisis por parte de un grupo de personas expertas en infectología y epidemiología para definir si existe asociación causal.
Esta enfermedad dura en promedio 21 días, y se transmite por contacto directo con las secreciones de una persona enferma a través de mucosas o lesiones de la piel, gotitas respiratorias y objetos contaminados con líquidos corporales.
Se puede prevenir al evitar contacto físico directo con personas enfermas o que se sospecha pudieran tener la enfermedad. El contacto sexual es una actividad que debe tomarse en cuenta, ya que se contagia por contacto muy estrecho entre dos o más personas.
Quienes cuidan a familiares con la enfermedad deben lavar con agua tibia y detergente la ropa, toallas y sábanas de la persona enferma y los utensilios para comer; además, limpiar y desinfectar superficies contaminadas.
En caso de presentar síntomas, las y los pacientes deben evitar acercarse a otras personas y no acudir a lugares públicos, instruye la subsecretaría.
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