El portavoz del Ejecutivo, Steffen Hebestreit, recordó que el derecho de protesta es válido en el país, pero abogó por una solución viable para que los efectos de la protesta “no sean demasiado graves para los ciudadanos”.
De su lado el sindicato Verdi y el de ferrocarriles EVG anunciaron la víspera huelgas en todo el país en el transporte ferroviario de larga distancia y regional, los aeropuertos, las vías navegables y los puertos, así como los servicios en las autopistas.
Según el Ministerio de Transportes esos sistemas contribuyen en gran medida al abastecimiento y a la movilidad en Alemania.
Por ello el titular de esa cartera, Volker Wissing, solicitó a todas las partes implicadas ser conscientes de su responsabilidad y reducir al máximo los efectos de la huelga.
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