El paro afecta primero al transporte de carga y después al de pasajeros y constituye la cuarta protesta del sindicato GDL en un lapso de tres meses en el marco de un conflicto con los Ferrocarriles Alemanes (DB), según la prensa local.
Entre las peticiones el gremio demanda una reducción de la jornada a 35 horas semanales, un aumento de 555 euros mensuales y una paga única de tres mil euros.
El Instituto de la Economía de Colonia calcula que la huelga tendrá un costo de hasta mil millones de euros, ya que algunas empresas se verán obligadas a detener o ralentizar su producción por el retraso en la llegada de componentes.
La economía alemana está en medio de una recesión que puede hacerse más grave con la huelga, dijo el director de estudios coyunturales del Instituto, Michael Grömling, mientras el ministro de Transporte, Volker Wissing, dijo que el conflicto está adquiriendo dimensiones destructivas.
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