La medida tiene como objetivo facilitar todas las tareas para la contención y el control de la enfermedad, que afecta al Santuario de la Naturaleza Carlos Anwandter, ubicado en la ciudad de Valdivia.
Allí murieron por lo menos 20 ejemplares de cisnes cuello negro, considerados como las aves acuáticas más grandes de Chile e inconfundibles por su porte y hábitos.
Pueden medir hasta 120 centímetros del pico a la cola, pasan la mayor parte de su vida en el agua, son monógamos y cuando nacen las crías las cuidan ambos padres.
El SAG informó que todos los que pudiesen estar infectados serán sacrificados y se aislará el lugar para evitar la propagación del virus H5N1.
Durante esta semana las autoridades sanitarias descubrieron otros puntos de contagio en la Región de El Maule, varios de ellos en traspatios familiares y uno de mayor envergadura en un instituto agrícola en la comuna de Linares.
Los pequeños productores locales de carne y huevos fueron advertidos sobre la necesidad de mantener a sus aves encerradas y evitar el contacto con animales silvestres.
El SAG también reportó que no se detectaron nuevos contagios en la planta industrial de la empresa Agrosuper de O’Higgins y pronto podrían reiniciarse las exportaciones hacia Estados Unidos y otros países.
La influenza o gripe aviar no tiene cura y es sumamente contagiosa, por lo que resulta indispensable aislar a las especies sanas y sacrificar a las que contrajeron el virus para romper la cadena de transmisión.
Excepto en las regiones de Aysén y Magallanes, la enfermedad ya está presente en el resto del país.
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