Un informe del Servicio de Guardacostas, divulgado en el sitio digital del canal televisivo TgCom 24, señala que a las 43 embarcaciones que llegaron el viernes último a esa ínsula, el punto más meridional de este país, las cuales transportaron a mil 778 personas, se sumaron en la madrugada y mañana de este sábado otras seis, con 267 inmigrantes.
Tan solo en el centro de acogida de Imbriacola, con capacidad para menos de 400 albergados, se encuentran hacinados en estos momentos mil 831 recién llegados, una grave saturación ya habitual en los primeros meses de 2023, debido al incremento del flujo migratorio hacia este destino, principalmente desde las costas de Libia y Túnez.
En su mayoría se trata de nacionales de Guinea, Costa de Marfil, Camerún, Burkina Faso, Gambia y Níger, aunque también arribaron 25 tunecinos, precisa la fuente.
El tema migratorio estuvo en el centro de la agenda que llevó la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, a la última cumbre de la Unión Europea (UE) efectuada los días 23 y 24 de marzo en Bruselas, Bélgica.
Al concluir la misma, Meloni declaró a medios informativos que “se puede decir que Italia está muy satisfecha», pues hubo «un cambio de ritmo marcado en el último Consejo, y ahora la migración sigue siendo una prioridad de los objetivos de la UE» y se continuará trabajando “en la concreción de los resultados” para enfrentar esta crisis.
Un reciente reporte del Ministerio del Interior italiano indicó que “entre el 1 de enero y el 11 de marzo de 2023 desembarcaron en esta nación europea 20 mil 17 migrantes irregulares, el triple de los seis mil 152 registrados en igual período del año anterior”.
Ante la gravedad de la situación, la primera ministra afirmó que su gobierno debe “encontrar la manera de frenar las salidas, con urgencia y eficacia”, pues “las cifras de llegadas son impresionantes y con la estación cálida el problema no puede sino empeorar”.
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