Esa cartera rechazó el veredicto y reafirmó la política cambiaria del Estado Plurinacional para asegurar la estabilidad económica, al tiempo de ratificar su compromiso con el cumplimiento del servicio de la deuda.
Según la web de ese ministerio, la nación andino amazónica “no comparte la calificación de Moody´s y la considera apresurada, porque no toma en cuenta todas las variables macroeconómicas que contribuyen a la estabilidad económica de Bolivia”.
Agrega que la firma estadounidense tampoco evalúa el impacto devastador del conflicto armado entre Rusia y Ucrania sobre la economía mundial con el alza de precios de alimentos, inflación descontrolada, subida de tasas de interés y quiebra de bancos, entre otros factores.
Respecto a la observación de Moody´s sobre las Reservas Internacionales Netas (RIN), Economía argumentó que estas se constituyen en una variable de flujo y no son estáticas, su posición varía constantemente en función del desempeño de diversos factores.
Sobre el particular, recordó que, en 2022, el movimiento de las RIN estuvo influido por un contexto internacional adverso, como el incremento de los precios internacionales de los carburantes, que significó un aumento del monto subsidiado de los combustibles.
Asimismo, el incremento de las tasas de interés internacionales en respuesta a la alta inflación mundial provocó un aumento del pago de intereses de la deuda pública externa.
En opinión de ese Ministerio, “la calificadora no evaluó la reducción del déficit fiscal de 12,7 por ciento en 2020 a 7,2 puntos porcentuales en 2022, ni las acciones encaminadas desde las estructuras gubernamentales para realizar un uso eficiente del gasto en la administración pública a través de una reducción gradual del gasto corriente”.
Deploró que tampoco Moody´s valoró que Bolivia disminuyó la pobreza extrema, la moderada y la desigualdad.
En contraste, el Ministerio de Economía resaltó que Bolivia mantiene el índice de inflación más bajo de Sudamérica gracias a las medidas aplicadas por el Gobierno nacional para estabilizar los precios de la canasta familiar, y de esa forma proteger a la población.
“La generación de ingresos no se limita a la exportación de gas natural y tampoco la política energética se circunscribe a ésta como contrariamente afirma Moody’s”, añade.
En relación con este criterio de la calificadora norteamericana, precisa que no toma en cuenta los avances en la exportación de energía eléctrica, urea, minerales, carbonato de litio y cloruro de potasio, cuyas ventas se incrementaron en el corto plazo.
ro/jpm