El artículo reveló asimismo cómo el presidente Joe Biden defrauda a sus electores al incumplir con sus promesas de limitar las emisiones de dióxido de carbono, al tiempo que favorece las solicitudes de grandes compañías contaminantes.
Poco más de una semana después de aprobar un plan masivo de perforación de petróleo en el Ártico llamado Willow, -que se estima generará hasta 278 millones de gases nocivos en 30 años-, el mandatario preparó una cumbre de conservación en el Departamento del Interior, reseñó el medio.
La audacia de organizar un evento ambiental justo después de tomar medidas que nos encierran en una mayor dependencia de los combustibles fósiles es un ejemplo sorprendente de cuán desconectada está la administración, planteó el reporte.
Remarcó cómo la reunión también se produjo un día después de que se publicara el último informe del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), donde se renovaron los pedidos a los gobiernos a detener los combustibles fósiles.
La semana antes de que se aprobara el proyecto, la etiqueta #StopWillow se volvió viral en línea y una petición de Change.org contra su ejecución reunió casi dos millones 500 mil firmas, recordó.
Biden, apuntó, no ha sido el presidente que dice ser, en cambio, tomó medidas que socavan sus supuestos objetivos de reducción de emisiones.
Expuso que además de Willow, la actual administración aprobó seis mil 430 permisos para perforar petróleo y gas en tierras públicas en sus dos primeros años, una tasa más alta que la del gobierno precedente.
La decisión del gobernante sobre el proyecto es lo contrario de lo que dicta la ciencia convencional, comunica una desconexión con la realidad y un desprecio por las personas que lo eligieron, aseveró el texto.
“Se acabó el tiempo para un enfoque de ambos lados: el presidente Biden debe elegir uno u otro, los combustibles fósiles o nuestro futuro. Al aprobar el proyecto Willow, queda claro de qué lado está”, sentenció.
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