Advirtió Richter que hasta hoy esos elementos no lograron un solo respaldo a sus argumentos sobre un supuesto fraude electoral en octubre de 2019 a favor del expresidente Evo Morales y en su negativa del golpe de Estado de noviembre de 2019, que forzó la renuncia del primer exmandatario indígena del país altiplánico.
El vocero presidencial de Bolivia destacó que desde antes del arribo de los comisionados de la CIDH, el dirigente del denominado Comité Nacional de Defensa de la Democracia (Conade) afirmó que ellos venían a investigar al Gobierno por supuestas violaciones de los derechos humanos, lo cual Richter calificó de “falacia”.
Subrayó, sin embargo, que en Morales y otros hoy existe una alta frustración porque no ocurrió como ellos expandieron a través de los medios de comunicación con el objetivo de crear esa expectativa en la opinión pública nacional y extranjera.
Comentó que ahora hablan de «discriminación, de poca legitimidad (…)”.
En referencia a las críticas a los visitantes de Morales y algunos legisladores de los partidos opositores Comunidad Ciudadana y Creemos reiteró que pasaron a “atacar e invalidar” el trabajo que realizan los comisionados de la CIDH desde el inicio de sus entrevistas el lunes último.
Recordó que este contacto con la realidad de este asunto “in situ” concluirá este viernes con un informe preliminar sobre la situación de los derechos humanos en el país.
“La visita de la CIDH es a invitación del Gobierno, y no tiene una característica específica, sino general. Va a realizar una valoración de los derechos humanos, de la justicia y de diferentes tópicos que tienen que ver con derechos humanos y con justicia, y después va a emitir un informe. Es una visita de carácter general”, explicó Richter.
El portavoz describió que la comisión emitirá un reporte que seguramente será sujeto de valoraciones de los diferentes actores políticos, y no siempre habrá conformidad de unos y de otros. Los legisladores de Comunidad Ciudadana Toribio Lero y de Creemos José Carlos Gutiérrez criticaron participación del relator para Bolivia de la CIDH Joel Hernández en el acto de desagravio a los ex vocales del Tribunal Supremo Electoral de 2019, quienes fueron encarcelados durante el gobierno de facto por un supuesto fraude que nunca fue probado e imputados en una causa finalmente sobreseída por falta de pruebas.
Esa actitud de Lero y Gutiérrez, Richter la atribuyó a la frustración por no lograr un solo respaldo a su tesis de que en Bolivia hubo un supuesto fraude en octubre de 2019 y no un golpe de estado.
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