La discordia va más allá del Frente Amplio, cuyas posturas fueron desoídas, y se centra a lo interno de la coalición oficialista con los cabildantes trancando el juego.
El martes CA reiteró su negativa a votar por el proyecto en la comisión si no se da a lugar a sendas modificaciones por las que insiste.
Una consiste en la reducción de 25 a 15 años los que se toman para calcular la jubilación al momento del retiro del trabajador.
La otra condición es el cuestionamiento a que las empresas que administran los fondos de retiro puedan invertir en el exterior los ahorros de los uruguayos.
Sobre esto último el ministro del Trabajo, Pablo Mieres, dijo que el gobierno accedió a presentar un artículo «más estricto», pero respecto al primer punto dejó claro que ese cambio «nunca tuvo posibilidades» pues va contra la sostenibilidad misma de la reforma.
Hoy el Ejecutivo volverá a enviar a la comisión especial de diputados un texto con nuevas modificaciones. También en esta jornada podría analizarse una prórroga al tiempo de discusión.
En la comisión, hay 12 representantes de la coalición oficial (2 son cabildantes) y nueve de la oposición. Para que el proyecto pase a al plenario de Diputados, necesitan la mayoría de votos.
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