Según trascendió, los partidos Unión Republicana y de Avanzada Nacional confirmaron el deterioro o robo de afiches y propagandas colocadas tanto en postes como en soportes móviles (llamados aquí burritos).
Ambos solicitaron al TSE el cumplimiento del gran Acuerdo Nacional que se suscribirá el venidero 11 de abril entre las agrupaciones para el desarrollo de «una campaña con integridad para el fortalecimiento de la democracia y una cultura de paz».
En el caso de la primera fuerza política, la denuncia es también contra otros contendientes que colocaron fotos encima de sus mensajes para obstaculizar la vista.
Por su parte, Unionista, Valor y Vamos exigieron al ente electoral emitir un pronunciamiento en cuanto al uso de los postes en periodo de campaña y la potestad de las alcaldías para retirar la publicidad ante acciones en ese sentido.
Héctor Aldana, fiscal de Vamos, recordó que la Ley Electoral y de Partidos Políticos en su artículo 219 contempla que ninguna autoridad podrá impedir las manifestaciones o reuniones públicas dispuestas con fines de propaganda electoral, desde el momento en que inicia la segunda fase del proceso electoral.
Desde el pasado lunes, calles y avenidas principales amanecieron tapizadas de propaganda en filas interminables de rostros por la cantidad de partidos autorizados este año, hasta ahora 30, en función de ganar los más de cuatro mil cargos públicos en disputa.
Y desde ya, el TSE amonestó públicamente a los candidatos a la presidencia Samuel Morales, del Frente de Convergencia Nacional-Nación, y a Rudy Guzmán, de Nosotros, por sus mensajes «Dos mujeres, un camino» y «A huevos y sin pajas», considerados inapropiados.
El primero alude al tema musical interpretado por la agrupación mexicana Bronco y la telenovela del mismo nombre, pero de acuerdo con los elementos del material hace relación de dos partidos políticos y sus respectivas propuestas a la Presidencia.
En tanto, los segundos utilizaron la frase «A huevos y sin pajas», elementos del lenguaje coloquial de los guatemaltecos.
Sin embargo, lo más llamativo y preocupante es que muchos de los carteles fueron dañados por la propia ciudadanía, que se encargó de «sacar ojos», garabatear sonrisas o dejar por escrito su inconformidad con los candidatos a modo de protesta y como primer síntoma del abstencionismo que se avecina en las urnas el 25 de junio.
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